Cuando el dolor y la soledad
golpean con fuerza las puertas de mi corazón, logrando penetrar su débil
fortaleza, nada más me puede salvar que hundirme en las sabias palabras de un
libro, o alguna canción que haga latir mi corazón con tantas fuerzas, que logre
darle la valentía de seguir adelante, de luchar por no derrumbarse en las penumbras
de viejos fantasmas que acechan con quitarme la poca felicidad de mi presente, atrapándome
en las viejas redes del doloroso pasado de mi soledad.
Es difícil resistirse al desolado
vacío que se presenta ante mí, pero los años me enseñaron a refugiarme en
canciones y libros que ayudan a mi adolorido y agonizante corazón, con sabias
palabras de aliento y nuevas esperanzas, para creer una vez más en la felicidad
de un nuevo amanecer.
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